Comunidad Real Estate - Todos tendremos nuestro Uber

Todos tendremos nuestro Uber

Es imposible negarlo: hace veinte años Internet empezó a cambiar nuestras vidas.

Por Francisco Altgelt - Vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios

Revolucionó desde la tecnología hasta la manera de comunicarnos. Me animo a arriesgar que nadie imaginó en los años 90 que el teléfono se convertiría en una computadora personal o que la manera de informarnos sería a través de redes 2.0.

¿Creíamos los inmobiliarios que habría una forma diferente para promocionar nuestras propiedades que no fuera los avisos clasificados?

Hace un par de meses llegó Uber a Buenos Aires. ¿Qué es Uber? Es una empresa que ofrece a sus clientes una red de transporte privado. Por medio de una aplicación móvil conecta a los pasajeros con los conductores.

Su desembarco generó un gran reclamo del gremio de los taxistas que busca su prohibición bajo el lema de competencia desleal.

Independientemente de si el reclamo es o no válido, lo que se pone de manifiesto es que la tecnología nos está imponiendo nuevas reglas.

El mercado de la música cambió con el surgimiento de Spotify, el del turismo a través de Booking o Airbnb y el de las películas por medio de Netflix. Y la tecnología seguirá avanzando, es inevitable.

El mundo inmobiliario todavía no tiene su aplicativo Uber, pero sí tiene la cultura del Uber.

Cada vez más son quienes ofrecen sus departamentos a través de Facebook y, en consecuencia, son muchos quienes buscan departamentos en Facebook.  Lo que se prioriza es el contacto directo sin intermediarios.

Una de las mayores fortalezas de Spotify, Netflix o Uber es la “customización”. Es decir, uno puede elegir lo que quiere según sus gustos o sus necesidades. Además brindan un servicio rápido y eficiente. ¿Qué más?

Creo que el gran desafío que tenemos por delante los inmobiliarios es adaptarnos a la cultura del Uber. Hay muchos portales inmobiliarios y seguirán apareciendo nuevos. Seguramente exista en los próximos años una nueva forma de promocionar propiedades o de comercializarlas.

¿Qué pasaría si Airbnb permitiera, además de alquileres temporarios, alquileres tradicionales?

¿O si Google creara un portal inmobiliario que además de permitirte describir la propiedad o mostrar imágenes te suma todos los beneficios que hoy tiene Google: Maps, Earth o Street View?

Está claro que en la Ciudad de Buenos Aires el corretaje inmobiliario está regulado. De la misma manera que lo está el gremio de los taxistas.

La oportunidad estará en complementarse y no en enfrentar esa nueva realidad.