Comunidad Real Estate - Ya opera el primer hostel con camas cápsula del país

Empresariales 22 febrero 2020

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Ya opera el primer hostel con camas cápsula del país

Se ubica en el tradicional edificio La Inmobiliaria, ubicado en Av. de Mayo 1410, casi esquina San José y a metros de la plaza del Congreso. Permite alojar hasta 38 personas, la mayoría en habitaciones compartidas con camas tipo cápsula japonesa, pero más amplias.

Luego de transcurridos dos meses de su inauguración (realizada en diciembre de 2019), Comunidadrealestate.com recorrió las instalaciones de Franca City Hostel Buenos Aires, un novedoso concepto de alojamiento para turistas en camas cápsula (del estilo de las japonesas). En él prima el mix entre la estructura edilicia histórica y la modernidad de la decoración y ambientación generada en sus espacios.

El hostel se encuentra en el entrepiso de La Inmobiliaria, un edificio que data de 1910 y se ubica en la emblemática Avenida de Mayo (altura 1410). Sus 287 m2 de superficie pertenecen a la familia de uno de los socios fundadores y creador del emprendimiento, Lucas Marcos Olmi.

 

ZONA CALIENTE

La particularidad del entorno -testigo histórico político de las manifestaciones públicas argentinas- se puso en evidencia durante la visita al hostel. Esa tarde del miércoles 19 de febrero, un mar de pañuelos verdes colmaba las calles en reclamo de que se apruebe la legalización del aborto.

"Con el tiempo esta zona se transformó en escenario de manifestaciones y celebraciones sociales porteñas que -si bien para los residentes a menudo entorpecen el normal funcionamiento de sus calles- para el visitante es un gran atractivo en sí mismo, por su valor histórico-cultural y donde se vive y respira el verdadero clima porteño”, destacan desde la compañía.

Por ello hicieron un trabajo importante para insonorizar los ambientes: "Los paños son gigantes, compramos unos vidrios bastante importantes. Las cápsulas también absorben el sonido porque son todas placas y ventanas de vidrio 3+3, más unos burletes pegados. Pero bueno, esto también es parte de la idiosincrasia y la filosofía", apunta Olmi.

 

LOS ESPACIOS

El acceso al hostel se realiza por una imponente escalera de mármol con barandas de hierro o de un antiguo ascensor. Atravesando una pesada puerta de época, se ingresa a su moderno living y una recepción con un gran mural (realizado por la artista Verónica Escalante). Es un espacio luminoso de techos altos contenido por imponentes vigas constructivas, con un gran ventanal que da a la tradicional avenida. En él se encuentra una barra móvil con una chopera para vivir la experiencia de tirar cerveza.

Allí mismo, hacia unos de los laterales, se abre una de sus cuatro habitaciones compartidas mixtas. En ella hay nueve camas cápsula "súper size", como sus desarrolladores las denominan.

Muy iluminado, ordenado, limpio y prolijo, en este ambiente se disponen los espacios para dormir, cada uno de los cuales cuenta con puerto USB, enchufe, eslinga para dejar protegida la valija debajo de la cama, lámpara y un pequeño módulo a modo de placard para guardar la ropa y los elementos de uso cotidiano. Además poseen una cortina para obtener mayor privacidad al recostarse.

"A diferencia de otras propuestas de camas cápsulas, en Franca pensamos que éste es nuestro diferencial porque es espacio privado, amplio y con gran luminosidad donde los viajeros se sienten muy a gusto estando en un cuarto compartido. Las camas son de diseño industrial, totalmente resistentes, confeccionadas por el estudio Números Primos", señala Olmi.

Franca City Hostel posee otras tres habitaciones con este tipo de camas que tienen una capacidad para ocho huéspedes cada una. Además, cuentan con una habitación privada con cama matrimonial más una cama individual y baño en suite, y una habitación semi privada con una cama matrimonial y baño compartido. En total, pueden albergar a 38 personas.

A su vez, el hostel dispone de una cocina compartida -minimalista pero amplia- que está totalmente equipada, mientras que a unos metros de allí se encuentran los baños -completos y compartidos- y unas antiguas escaleras que llevan al entrepiso. Allí se dispone del espacio de coworking, "pensado para aquellos viajeros que buscan un lugar cómodo y con excelente wifi para poder trabajar de manera remota durante su estadía, fomentando el intercambio de habilidades. Pero también es un espacio multidisciplinario que está abierto para realizar diferentes acciones con invitados como catas de vinos o desayunos de negocios, lo que permite ampliar la propuesta porteña", detallan.

 

EL PROCESO

Según recuerda Olmi, cuando iniciaron la búsqueda del espacio -hace dos años- querían que el lugar a elegir mantuviese una "filosofía que tenga que ver con lo porteño e histórico, no elegir una propiedad cualquiera sino realmente hacer un relevamiento y por eso se optó por la primera avenida del país".

Luego, tuvieron un año de obra, dado que allí funcionaban las oficinas comerciales de la compañía de sus ancestros. Olmi recuerda: "Nos enamoramos mucho del edificio y vimos un gran potencial en lo señorial de este espacio. Fue muy ambicioso y bastante complicado porque estamos dentro del casco histórico y se complejiza mucho el mantenimiento de la fachada, de los materiales de principios de siglo, las columnas y la construcción con hierro. El proyecto daba para alojar más personas en volumetría (60 aproximadamente) pero preferimos hacer una primera etapa moderada y que el recepcionista conozca todas las caras de los huéspedes. Asimismo, durante el relevamiento que hicimos, nos dimos cuenta que todos los hostels que tienen más de 10 años no contemplaban lo que es el trabajo remoto y la gente trabaja en un puf o en algún lugar en el que se las arregla pero lo copado era darles un espacio privado exclusivo para ellos. Eso está bueno porque es un factor en el mercado. Hay un público que estamos tomando y que no estaba siendo absorbiendo por otra persona: el cliente que viaja y trabaja". El área de coworking es cerrada para todos los huéspedes, no es para el público general, si bien se permite el registro por unas horas para mantener reuniones laborales o hacer presentaciones.

Sobre su balance de estos primeros meses, Olmi señala: "Queremos mejorar el mercado. Estoy recontento con el barrio, con la avenida y con que cada tanto pase lo que pasa (manifestaciones) aquí porque esto termina siendo casi una platea. En promedio, en enero terminamos con 84% de ocupación, que es un lujo porque aún no somos conocidos. Hicimos una muy buena acción en Booking.com, fuimos muy agresivos y también en HostelWorld, una red social para mochileros".

La tarifa promocional actual por el lanzamiento es de 15 dólares por noche, si bien los valores oscilarán entre 10 y 25 dólares, según la estacionalidad. Se incluye el desayuno (en el café Le Flaneur), servicio de mucama y conserjería las 24 horas.

La puesta en valor de la propiedad y el diseño integral del interiorismo y equipamiento se hizo de la mano del Estudio Rietti Smud & Asoc. Arquitectos. Actualmente están convocando a diversos artistas latinoamericanos para que intervengan la propuesta del hostel, sumando color, arte y diseño.

Sobre planes de expansión, los tienen, pero esperarán. "El proyecto fue pensado para ser escalado. Pero, como todo bebé, hay que darle amor, venir todos los días, conocer al turista, ver qué le pasa, si le gusta o no algo, a pesar de que antes uno hace todo en la mente, lo baja a plano y releva un montón de información que acerca a un nivel de certeza alto", concluye Olmi.



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