Eduardo Costantini, titular de la desarrolladora inmobiliaria Consultatio, hace un balance del mercado inmobiliario y de sus proyectos en marcha y en carpeta, así como del complejo panorama económico actual. Buscarán socios para desarrollar el nuevo edificio de oficinas en Catalinas Norte.
¿Cómo comenzó el año?
Arrancamos tratando de perfeccionar los proyectos en los que ya venimos trabajando. Uno de los que más grandes que tenemos es para construir oficinas en la zona de Catalinas norte, que pasará a estar en primera fila con vista al río. Estamos en la etapa de proyecto. Hay cuatro estudios de arquitectura internacional asociados con arquitectos argentinos y, precisamente, estoy por viajar a Europa donde tendré dos entregas referidas al anteproyecto de este edificio, que será el más grande de Buenos Aires.
El terreno ya lo compramos (en subasta pública del Estado nacional) y la idea es -teniendo el anteproyecto- buscar partners (socios) de las empresas. Es decir, que compren un paquete de metros cuadrados o se sumen inversores y, en base a eso, también tenemos metros propios. Con esa fuente de financiación y sin deuda -la filosofía de Consultatio es la no endeudarse- en la medida que se pueda se desarrollará y empezaremos la construcción.
¿En qué estado están las obras en Puertos?
Es el otro gran proyecto que tenemos, que es el mismo concepto de Nordelta Ciudad Pueblo. Allí estamos mejorando cualitativamente todo lo que es el centro y la cara de Puertos que va a ser el ingreso hasta la bahía. Ya comenzaron y se construyen los primeros condominios, locales, oficinas…
¿Cómo son sus proyecciones para este año?
Es un año de transición durante el cual vivimos una recesión -como consecuencia de la crisis financiera de fines de septiembre- pero con calma en el precio del dólar, inflación alta, tasas nominales cayendo y, además, disminuyó el temor exacerbado de la crisis financiera abril-septiembre.
En relación al terreno de Catalinas, en general cuando aparecen propiedades que consideramos estratégicas -como atemporales- intentamos comprarlas. Eso fue lo que ocurrió con el edificio que ahora es del BBVA, lo compramos en una época incierta del Gobierno de Néstor Kirchner que la economía ya empezaba a tener ciertos inconvenientes y sin embargo salió muy bien, hicimos un muy lindo proyecto.
ECONOMÍA CALIENTE
¿Cree que hay riesgo de default?
Esta época es de incertidumbre por el resultado electoral pero creo que la Argentina no irá a un default, no lo veo así para nada porque el próximo presidente -cualquiera fuera su ideología- no puede desconocer la deuda porque tendría que convivir con el default durante cuatro años, con un costo político mucho mayor. No se le puede dejar de pagar al Fondo, es un gran acreedor.
La Argentina está con menor capacidad de maniobra, aunque no es igual al primer Gobierno de Néstor Kircher. Los números fiscales están apretados y tendría que hacerse un programa de largo plazo para reducir el costo del Estado y la carga impositiva. No se pueden hacer milagros. La Argentina tendría que tener disciplina a mediano plazo y creo que vamos a transitar –si eso fuera así- una época donde el mercado inmobiliario no estará eufórico pero tampoco colapsará y habrá que concentrarse en el valor y calidad de las propuestas. Consultatio está en eso, en tratar de hacer las mejores oficinas con los nuevos paradigmas del hábito laboral, que se han modificado. Lo mismo en todas las otras cosas que emprendamos: dar el mayor esfuerzo para que la gente nos vea como la mejor opción.
¿Se siente decepcionado por el Gobierno? ¿Esperaba otra cosa?
Podemos hacer una autocritica por la ingenuidad. Nosotros nos prendimos de una propuesta que era muy atractiva, que era converger en crecimiento y con una política totalmente diferente y mejor -la cual aplaudo- con mayor presencia de la Justicia y muchas cosas que están para quedarse o deberían estarlo para perdurar. Es otra calidad institucional, republicana, y eso yo no lo cambio por nada.
Pero, de parte del Gobierno hubo un optimismo exagerado al pensar que por los cambios que hicieron –sobre todo los primeros tiempos- el ingreso de capitales y el cambio de expectativa de los argentinos e inversores extranjeros iba a compensar los enormes agujeros de la economía argentina. Subestimaron la herencia y entonces, como no se le dio la importancia que tenía, todos nos equivocamos en ponderar el tamaño de las dificultades.
Al Gobierno, además de cometer errores técnicos de programa, de un exceso de optimismo en los flujos financieros pero no en la economía real -porque la Argentina no tiene el nivel de productividad que debería tener- le vino la sorpresa. Pero, si uno hubiese sido mucho más frío -y me incluyo-, le hubiera dado una mayor ponderación a ello.
¿Cuáles fueron los principales errores que se cometieron?
La parte técnica del programa estaba equivocada: la inflación que pensaron que iba a converger, nunca lo hizo y, además, hubo una ingenuidad en cuanto al tratamiento de los flujos del mercado de capitales, el dólar se subvaluó totalmente y entonces teníamos 30.000 millones de dólares de déficit que era absolutamente insostenible. Ahí hubo realmente falta de experiencia y de ingenuidad. Uno, como profesional, tiene que aprender de las equivocaciones propias.
Los argentinos somos hijos de las emergencias, de las crisis, de los cambios y, si no se tiene agilidad ni estrategia con solvencia patrimonial y paciencia, no hay forma de sobrevivir. En ese sentido Consultatio no tiene deudas, todos los activos son propios y tiene buenos activos entonces es cuestión de acompañar el ritmo de la demanda en la medida que vamos enriqueciendo los proyectos que ya tenemos.
PROYECTOS PROPIOS
¿Imagina que Puertos sea similar a Nordelta?
Puertos es similar a Nordelta pero recoge los paradigmas urbanísticos de la Ciudad de los últimos 20 años. A Puertos le faltan años de crecimiento, que es lo que ya tiene Nordelta. Se están construyendo más de 300 casas así que se mudaría una familia todos los días y en Nordelta hay otras 400 así que Puertos está bien por la edad que tiene. Estos proyectos son a 30 ó 40 años.
¿Continúan viendo terrenos?
Tenemos uno muy lindo para hacer casi 30.000 m2 de vivienda en la avenida Huergo y otro terreno que Consultatio le compró a Nordelta, es una isla sobre el lago principal que tiene como atracción un edificio residencial prime: el primer edificio de Nordelta en tener una calidad aún mayor de los que hay. Sería sin duda lo más premium.
También está Oceana Puerto Madero que es un proyecto que estamos concluyendo. Se lanzó aproximadamente en octubre-noviembre entre amigos y conocidos. Ya se empezó a construir y hemos vendido más o menos la mitad. Son más o menos unos 180 departamentos ubicados frente al Faena Hotel.
En Punta del Este tienen Las Garzas, ¿cómo está ese proyecto?
Bien, es un proyecto ya en marcha. Ahora hay 15 casas. El lugar es muy bueno, son casi dos kilómetros de playa virgen sobre el mar, es un campo quebrado, la gran mayoría tiene vista panorámica sobre el mar, ¡es muy lindo! Pero también es un proyecto a largo plazo y el mercado uruguayo sufre las consecuencias de la economía argentina. El 90% de los compradores son de nuestro país.
Como desarrollador inmobiliario, ¿qué le falta hacer? ¿Cuál es su sueño?
Mi sueño es perfeccionar Puertos y Nordelta, que sigan conformándose y todo aquello que nos permita expresar nuestra creatividad. En todos los temas urbanísticos -que son mucho más complejos que antes y que incorporan la calidad del espacio público en la medida social- hemos mejorado mucho la parte urbanística y la integración de todo: del arte, la sustentabilidad, el diseño, de la funcionalidad, la pieza arquitectónica y todo lo que sea creativo.
¿Cree que volverán los créditos UVA en el próximo Gobierno?
Se necesita estabilidad de la moneda y de los precios. La inflación es el peor enemigo a la accesibilidad de la vivienda.
* Fuente: Resumen de la entrevista realizada en el programa Real Estate de FM Milenium.