¿Cómo será el futuro del real estate?

Dirigentes de las principales instituciones del sector reflexionan respecto a las repercusiones del resultado electoral y del endurecimiento del cepo cambiario sobre el mercado inmobiliario. Auguran que los proyectos en pozo pueden resultar favorecidos.

Conocido el resultado de la elección presidencial celebrada el último domingo en la Argentina en la que resultó electo Alberto Fernández y tras la medida tomada esa noche respecto al endurecimiento del cepo cambiario (que limita la compra de dólares para personas físicas con cuenta bancaria hasta un tope de u$s 200 por mes), directivos de diversas entidades sectoriales expresaron su opinión sobre el escenario que se vislumbra a futuro.

Si bien se continúa permitiendo la compra de hasta u$s 100.000 para quienes tenían una carpeta en trámite para sacar un crédito hipotecario antes del 31 de agosto o para aquellos beneficiarios del programa Procrear, el panorama general se vuelve sombrío para el -ya muy golpeado- mercado inmobiliario, aunque cada segmento tiene sus particularidades.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), considera: "Por ahora hay incertidumbre y se está a la espera de que las variables se vayan acomodando. Creo que por bastante tiempo habrá escasez de dólares en el país y habrá un dólar blue alto, de modo que construir será más barato medido en este tipo de dólar. No veo que la inflación se coma la devaluación y sigo pensando que es buen momento para construir. Además, los que tienen pesos atrapados, sobre todo las grandes empresas, deberían estar interesadas en canalizarlos a ladrillos, como sucedió en el pasado con el cepo de Cristina (Fernández de Kirchner)".

Con él coincide Carlos Spina, secretario de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV): "Lo que parecería ser que se viene es un escenario económico con un tipo de cambio alto y un acuerdo general de precios y salarios para contener -al menos durante algunos meses- la inflación. Si esto es así, y ante la dificultad de acceso a la compra de dólares por el cepo, en cuanto la economía empiece a tener algo de actividad -que hoy no tiene- debería pasar que a las empresas y a los empresarios les empiecen a sobrar pesos que no tengan dónde ubicar y, en ese momento, el dólar se vuelve  caro porque hay distintos tipos de cambio. En ese contexto -agrega- el ladrillo pasa a ser otra forma de acceder al dólar futuro con el potencial premio de apreciación producto de haber comprado barato porque, medido en dólares, construir está más barato".

Para concluir, Spina prevé: "Si esto es así, podemos empezar a tener más proyectos en pesos CAC que puedan recibir esos dólares. Así fue en la era cepo (de Cristina) en la que muchas empresas compraron oficinas -caso BBVA o Santander- con dividendos que no podían sacar al exterior". No obstante, aclara: "Si este escenario pasará o no, no lo puedo asegurar. En principio, con la poca información que tenemos hasta el momento, la actividad está bastante detenida y estas son potenciales formas de recuperar actividad".

Por su parte, Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), suma su opinión: "Con este cepo no se perjudica a los que ya tomaron crédito hipotecario, si bien quedan muy pocos créditos por cerrar. No debería ser complicado y, para los que están pagando cuotas, tampoco. Supuestamente, por el armado del crédito, hoy se puede pagar actualización del valor salario a partir de enero. Esto da tranquilidad y viene a fortalecer una de las propuestas que teníamos desde la Cámara, que era evaluar con la Mesa de la Industria Inmobiliaria la posibilidad de un índice más (el Coeficiente de Variación Salarial, CVS). que creo que es similar al UVA. Para nosotros esto debería ser aplicado por ley. Es un coeficiente o una medida más (pudiéndolo tomar dólar, peso, UVA) pero psicológicamente impacta distinto".

En cuanto a la respuesta de los desarrolladores, Bennazar menciona especialmente a los del interior del país: "Si uno quiere, estarían dispuestos a financiar sus productos con un coeficiente de estas características, de bajo impacto, de conflictos prácticamente nulo, porque ya no hay más imprevisión".

En tanto, para finalizar, sobre el futuro del sector considera "que cualquier medida que se tome desde cualquier Gobierno tendiente a convertir a un inquilino en propietario es buena. Esto debería suceder el año entrante y también deberían ser convocadas todas las instituciones que intervienen en la cadena de valor. Para eso fue creada la Mesa de la Industria Inmobiliaria. En ese aspecto creemos que se debería convocar. De ser así, sería muy positivo porque desde nuestras áreas técnicas tendríamos mucho por aportar".