La AEV y la CEDU junto a las cámaras sectoriales más importantes del interior del país, reúnen a más de 500 empresas y trabajan para encontrar mecanismos que les permitan paliar la crisis y retomar las obras paralizadas.
La Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU)y la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), presididas por Damián Tabakman y Miguel Camps respectivamente, trabajan junto a otras instituciones de empresarios del desarrollo inmobiliario de todo el país con el objeto de diseñar un programa de medidas para frenar rápidamente la crisis que afecta al sector, desde hace ya dos años y que se agravó con la cuarentena impuesta a causa del COVID-19.
El objetivo crucial es lograr la supervivencia de las empresas del sector en todo el territorio nacional. Para ello es vital que puedan retomarse las obras con las mejores condiciones de seguridad e higiene posible, por un lado; y, por el otro, lograr diferimientos impositivos y algún tipo de financiación para que las empresas puedan hacer frente a las erogaciones necesarias sobre todo de salarios y compras de materiales, hasta tanto se reactive la cadena de pagos.
Los desarrolladores inmobiliarios lideran el universo de las obras privadas, que representan más de 60% del total de construcciones que se hacen en el país. Por fuera están, por ejemplo, las obras públicas. Los 500 empresarios representados son los más relevantes del sector, y en conjunto tienen en marcha millones de metros cuadrados (hoy paralizados por la cuarentena), con centenas de miles de puestos de trabajo directos e indirectos que hoy están en sus casas, un volumen de inversión detenida de varios miles de millones de dólares e impuestos devengados por un monto de gran significación.
Poner en marcha las obras suspendidas no será de un día para el otro e implica negociaciones permanentes entre todos los actores intervinientes, proceso en el que están enfocados con miras al día después de la apertura de la cuarentena. También están trabajando a largo plazo, en propuestas para revitalizar el sector, cosa que ocurrirá cuando esta situación y la actividad económica se normalicen.
Además de la CEDU y de la AEV, las cámaras o asociaciones que se sumaron al equipo de trabajo y suscriben el documento se encuentran también CADISAL Salta, CECOPRIT Tucumán, AEV Santa Fe, CCI Rosario, CEDUC Córdoba, CDU La Plata, CAC Mendoza, Centro de Constructores de Mar del Plata, Delegación Misiones de la Cámara Argentina de la Construcción, CEDUNEA Chaco, Apymeco La Plata y la Cámara de desarrolladores de Entre Ríos. Entre todas reúnen a más de 500 desarrolladoras privadas en todo el país.