Coworking inmobiliario, la fórmula del éxito

La Comunidad de Negocios Inmobiliarios (LCNI), el primer espacio de coworking inmobiliario del país, cumplió un año. Pablo Sánchez, su gerente general, cuenta cómo fue el proceso de crecimiento de este proyecto que ya tiene 150 miembros, las expectativas y los nuevos desafíos a encarar.

Ya cumplido el primer año de LCNI , ¿cómo es su balance de la respuesta obtenida?

Es una mezcla de sorpresa y entusiasmo. Sorpresa porque si bien sabíamos que lo que estábamos lanzando y proponiendo al mercado era algo único -y a la vez una necesidad latente- teníamos nuestras dudas lógicas, justamente por la dinámica y las costumbres de un mercado que tradicionalmente fue muy celoso de sus clientes y productos, lo cual siempre ha sido un freno a la hora de buscar la cooperación entre pares.

A pesar de eso, nos sorprendimos. En el día a día, compartiendo desayunos, almuerzos y eventos diversos se reforzaron las relaciones entre los miembros y los celos profesionales o la desconfianza que podía haber se diluyó naturalmente. Hoy, luego de un año de trabajar en un ámbito con más de 200 corredores inmobiliarios debo decir que no hubo ni un solo conflicto, el trabajo es absolutamente colaborativo y los resultados son claramente un beneficio que se potencia exponencialmente.

El entusiasmo es básicamente porque la tasa de crecimiento superó nuestras expectativas. Tenemos más de 150 empresas y lo que creíamos que sería un espacio de coworking se convirtió en mucho más que eso. Es una nueva forma de hacer real estate, de operar y de capacitarse. Es un cambio total de paradigmas donde todos -inmobiliarios, desarrolladores y empresas de servicios- interactúan en un espacio de negocios concentrado y especialmente diseñado para tal fin.

Directivos de LCNI: David Spanier, socio; Pablo Sánchez, gerente General; y Horacio Bamballi, otro de los socios.

EVOLUCIÓN

¿Cómo surgió la idea de fundar LCNI?

Surgió hace dos años atrás. En ese momento yo me desempeñaba como gerente comercial de la desarrolladora Grupo Portland y era habitual que las inmobiliarias desfilaran por las salas de reuniones acompañadas de sus clientes que venían a firmar boletos o adhesiones y que luego las inmobiliarias se quedaran reunidas trabajando en las próximas firmas. Esto nos generaba, por un lado, la ocupación de las salas por más tiempo del esperado, lo que demoraba las firmas siguientes. Pero, también esto traía un gran beneficio porque veíamos las oportunidades de nuevas operaciones que surgían o la resolución en tiempo récord de las que estaban en curso.

Asimismo, muchas veces las inmobiliarias reunidas pedían la presencia de alguno de los arquitectos de los proyectos para resolver unificaciones de unidades, modificaciones arquitectónicas o solicitaban la presencia del área de Legales de la desarrolladora para estudiar modificaciones en los instrumentos. Así, solo bastó una pequeña chispa que hilara y le diera sentido a lo que ya estaba sucediendo.

¿Cómo es el perfil de los miembros de LCNI?

Tenemos de todo, justamente ahí radica el verdadero potencial. Se genera una sinergia en la simbiosis perfecta entre las desarrolladoras y las grandes inmobiliarias que son generadoras de producto, así como las inmobiliarias medianas y chicas que -junto a los corredores independientes- demandan productos para sus clientes. También están las empresas de servicios que ofrecen beneficios especiales para los miembros, que generan una gran demanda de estos.

¿Cuáles son los servicios que más les solicitan sus miembros?

El espacio físico lo tienen muy bien resuelto en LCNI por lo cual lo que más nos piden son diferentes talleres para desarrollar temáticas en las que necesitan reforzar conocimientos. También, la organización de maratones de proyectos, que son jornadas en las que cada empresa presenta un proyecto en un modulo de 10 minutos a todos los asistentes de esta comunidad.

¿Cuáles son los desafíos que se plantean lograr a futuro?

Actualmente estamos trabajando para expandirnos. Queremos desarrollar franquicias de LCNI tanto en Buenos Aires como en las principales ciudades argentinas. Ya incursionamos en la creación de redes virtuales en algunas ciudades y el siguiente paso es materializarlas en espacios de coworking.