¿De qué se habló en la mesa de diálogo con el Gobierno?

Referentes del sector inmobiliario se reunieron con el Gobierno nacional para intentar resolver los principales desafíos que enfrenta el sector.

Con la presencia del ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio, ayer se realizó una reunión en Casa Rosada a la que fueron convocadas las principales instituciones representativas de la industria inmobiliaria. También estuvieron directivos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), de Finanzas y de Vivienda.

Durante el encuentro se trataron los problemas que existen actualmente en la operatoria hipotecaria, tales como las demoras en los trámites, las dificultades que se producen para cerrar las transacciones a la luz de los recientes movimientos del dólar y de los cambios en las tasas de interés introducidos por los bancos públicos y privados.

El Gobierno se comprometió a trabajar en estos planteos, a la vez que anunció el aumento de los subsidios Procrear en beneficio de los segmentos medios y bajos de la población. Pero, lo más importante de la reunión surgió cuando se puso sobre la mesa la evidencia de que la operatoria de préstamos intermedios no termina de arrancar, ni en la banca pública ni en la privada, salvo muy honrosas y puntuales excepciones.

Si bien varios bancos ya tienen departamentos especializados con líneas activas, hay muy pocas operaciones. Horacio Tomás Liendo, director del BCRA, fue quien anunció que están trabajando con el Colegio de Escribanos para implementar la posibilidad de que los boletos de compraventa en pozo puedan inscribirse en los registros públicos correspondientes.

Gracias a ello, según explicaron, los bancos podrían empezar a dar préstamos individuales a los adquirentes de unidades en pozo, en aquellos proyectos que esos mismos bancos estén financiando. Y esos créditos se convertirán en hipotecas tan pronto como las obras finalicen, sin solución de continuidad. Es decir, el cliente que califique para entrar desde el pozo, tendrá la certeza de poder continuar con sus cuotas durante los 10 ó 20 años que dure su préstamo.

La iniciativa fue ponderada como muy positiva por los desarrolladores presentes en el encuentro. En la actualidad, con las recientes turbulencias, los proyectos lanzados con planes de pago que dejan un saldo de precio importante a la posesión -con la expectativa de que el cliente lo pueda cubrir con una hipoteca a sacar a tres años vista- están fracasando.

Incluso los desarrolladores argumentaron que en la actualidad ni siquiera se animan a solicitar préstamos intermedios precisamente por este tema. En esencia, carecen de clientes de clase media y clase media baja con capacidad real de acceder a futuras hipotecas para comprarles en pozo, dado que los créditos son algo contingente.

En ese escenario, la propuesta del Gobierno fue muy bien vista. Aún habrá que evaluar cómo se terminará de implementar y qué resultados traerá en la práctica.