La construcción marca el ritmo de la recuperación en la economía, acompañada por los desarrollos innovadores de los distintos tipos de ladrillo cerámico hueco

Las empresas productoras de ladrillo cerámico hueco se afianzan como un eslabón clave de la construcción argentina y lideran la recuperación que está viviendo el sector, especialmente en el rubro viviendas.

A pesar de los efectos de la pandemia, la producción de ladrillo hueco, que tiene alrededor del 90 % en la edificación de viviendas, registró subas por encima del promedio de todos los rubros relevados en el sector.

“Desde finales de 2020 se experimenta un crecimiento exponencial de la construcción. En respuesta a las nuevas modalidades de trabajo y a los cambios sociales que planteó la pandemia, nuestro sector continúa desarrollando nuevas propuestas para adaptarse a las tendencias en materia de construcción de viviendas”, sostiene el Lic. Edgardo Gioia, flamante presidente de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (CICER).

Gioia es licenciado en Administración de Empresas y cuenta con una trayectoria de casi 25 años en el sector Ladrillero y miembro referente del Grupo Construya. Actualmente, también es presidente de Cerámica Quilmes e integrante del Directorio de Later Cer SA, Cerámica Rosario SA, Palmar SA, Cerámica Cunmalleu SA y Cerámica Fanelli SA que conforman el Instituto de Investigación y Desarrollo -Unicer-.

Conforme lo informado por el máximo directivo de la CICER, en los últimos años, las empresas asociadas a dicha cámara han invertido más de US$ 160 millones, aportando innovación, desarrollo y tecnología”.

“La industria del ladrillo cerámico constituye un eslabón clave en la cadena de valor de la construcción y genera una significativa contribución al desarrollo económico y social del país”, resume Gioia.

Avances en materia de eficiencia

Los importantes avances en I+D han permitido mejorar las propiedades de los ladrillos termoeficientes entre las más destacadas la masa que compone cada ladrillo, así como aspectos del diseño de los mismos. En el caso de las líneas DM (Doble Muro), se destacan la canaleta central que permite la ruptura del puente térmico en la junta horizontal, mejorando el comportamiento térmico del muro. Cabe destacar, que en nada altera sus propiedades de resistencia e ignifugas, es el único material que expuesto no libera sustancias tóxicas ya que todos sus componentes son naturales, a diferencia de otros materiales que son parte de otros sistemas constructivos.

“El ladrillo termoeficiente DM20 ya está recomendado por la Secretaría de Vivienda de la Nación y cumple con las legislaciones más exigentes en materia energética del país, como la Ley 13.059 de la Provincia de Buenos Aires y también la ordenanza 8757 de Rosario, entre otras. El cuidado del medio ambiente implica no solo el cuidado de los espacios y entornos, sino también un aprovechamiento más inteligente de los recursos que tenemos a nuestro alcance. En este sentido, el avance de la tecnología ayuda a alcanzar materiales más eficientes para la construcción y cuidar nuestro planeta”, comenta Gioia.

El sector de la Cerámica Roja conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y también diferentes Instituciones Académicas y el sector privado, han potenciado la construcción húmeda analizando el comportamiento y el perfeccionamiento de todos los elementos que la componen.

El ladrillo termoeficiente DM20 es el último desarrollo tecnológico del sector, que acompaña las crecientes exigencias en materia de eficiencia energética, sonora, durabilidad, bajo costo de mantenimiento e ignífuga en la construcción. Este producto es el resultado del trabajo mancomunado entre diferentes entidades públicas y privadas, nacionales e internacionales. Distintos laboratorios en concordancia con pruebas empíricas y resultados de mediciones y cálculos, han arribado a excelentes resultados en términos de eficiencia térmica para estos productos.

Estos nuevos bloques Doble Muro traen aparejado también un intenso trabajo de actualización en las normas vigentes, ya que las mismas no contemplan estos indicadores quedando rezagadas frente al desarrollo y el avance de la industria ladrillera.

Actualmente se está desarrollando en el IRAM, el estudio de una norma que valide los cálculos de estos ladrillos termoeficientes. Esta se basa en la norma internacional UNE 136021/2019 y, es la que admite el método de cálculo por elementos finitos a los fines de determinar la conductividad térmica de la masa cerámica, algo inédito hasta el momento en Argentina. De esta manera, se facilita el análisis del comportamiento de diferentes productos cerámicos con softwares de cálculo, posibilitando a cualquier profesional de la construcción tener un conocimiento fehaciente del rendimiento de sus envolventes. 

Desde el sector industrial Cerámico se proponen continuar liderando el mercado y tener un rol determinante en la construcción de viviendas en el país. Se destaca que no solo la mampostería está en un proceso de evolución, sino también los morteros de asiento, ya que existen desarrollos que se están comercializando en el mercado que facilitan y aceleran notablemente los tiempos de ejecución de obra.

“Utilizar masivamente el ladrillo termoeficiente es apostar al futuro y la sustentabilidad. El ladrillo sigue siendo por excelencia la mejor opción, siendo la más elegida por los profesionales de todo el país por lo que continuaremos invirtiendo y desarrollando nuevos productos toda vez que el mercado nos lo pide. Sin embargo, es necesario destacar que la normalización debe actualizarse, para que este avance de la industria pueda ser certificado como corresponde”, afirma Gioia.

Desde una mirada comprometida con lo social, el sector ladrillero produce 500.000 toneladas al mes, lo suficiente para construir cerca de 60.000 casas tipo Procrear.

Sobre la CICER

CICER es la Cámara Industrial de Cerámica Roja que reúne a las 15 empresas productoras de ladrillo cerámico hueco más importantes del país. Son compañías de capitales argentinos y representan el 95% de la fabricación nacional de este insumo.

Las empresas asociadas a CICER producen diversos tipos de ladrillo cerámico hueco de manera industrial y desarrollan productos que buscan eficiencia energética.

Las plantas productivas están situadas en varias provincias de nuestro país, cómo ser Buenos Aires (Pilar, La Plata, Campana, Quilmes, Fátima, Isidro Casanova, Spegazzini, Olavarria y Mar del Plata), Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Río Negro, Salta.

 

Integran la Cámara las siguientes empresas:

Canteras Cerro Negro (Buenos Aires); Cerámica Ctibor (La Plata); Cerámica del Norte (Salta); Cerámica Martin (Isidro Casanovas); Industrias Chirino (Mendoza); La Pastoriza (Campana); Cerámicos Spegazzini (Spegazzini); Terrabrick (Pilar), Palmar Mar del Plata (Mar del Plata) y las empresas que integran Unicer, Instituto de Investigación y Desarrollo: Later-Cer (Pilar); Palmar (Córdoba); Cerámica Quilmes (Quilmes); Cerámica Fanelli (La Plata); Cerámica Cunmalleu (Río Negro) y Cerámica Rosario (Rosario)