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Coworking: ¿el fin de las oficinas tradicionales?

Aumenta la cantidad de propuestas para coworkers en el país. Los nuevos modelos de oficinas llegaron para quedarse y acompañar las cambiantes tendencias del mundo laboral.

Los modos, las formas y condiciones laborales se transforman a nivel global. También así lo hacen los espacios, que se adaptan a las necesidades de las empresas. El modelo de negocio de coworking responde a una tendencia de trabajo flexible, a distancia y colaborativo que gana terreno en el mercado, tanto argentino como internacional.

La posibilidad de contar con un ámbito de trabajo -ya sea en áreas compartidas o privadas- dentro de una propuesta integral marco, permite bajar costos en comparación al alquiler y al pago de servicios que implica una oficina tradicional, en especial si es para trabajadores independientes o empresas en lanzamiento. Además, según destacan sus promotores, la sinergia generada a partir del intercambio con otros coworkers promueve nuevos negocios y el crecimiento de los emprendimientos.

Según la categoría de empresa de coworking que se trate, varían las opciones y la dimensión de los espacios ofrecidos, los servicios disponibles y -por ende- las tarifas, cuyo valor promedio parte de $ 2.000 mensuales por persona, de acuerdo a la cantidad de días por semana contratados. En todas se ofrece acceso a internet, mobiliario básico, capacitaciones, eventos sociales, salas de reunión, seguridad, bar y recepcionista.

BIENVENIDA GLOBAL

La novedad en este mercado es la llegada de Wework a la Argentina, cadena internacional líder en cotrabajo que cuenta con una red de 120.000 miembros dispersos en varios países del mundo. A mediados de mayo se hizo la apertura oficial de su primer edificio -Torre Bellini-, ubicado en Esmeralda 950, a unas cuadras de Plaza San Martín, ciudad de Buenos Aires.

La compañía alquila todo el edificio -de 12.500 m2 distribuidos en 25 pisos con plantas de 500 m2 de superficie cada una, aproximadamente- durante un plazo de 15 a 20 años. Allí avanzan con la instalación de 2.400 puestos de trabajo que subrentan bajo este esquema.

Carlos Gareis, gerente general de Wework Argentina, contó que fue Patricio Fucks, actual CEO regional para Latinoamérica y ex dueño de la cadena Fën Hoteles, quien propuso traer la marca estadounidense al país. Sobre las motivaciones que impulsaron la decisión, sostuvo: "Argentina es un polo de creadores. Hay un montón de innovadores porque -con todas las cosas que pasan en el país- uno se reinventa año tras año y, si esto funciona en China, Europa y Estados Unidos, está la oportunidad de que funcione acá".

En tanto, respecto a las diferencias con las empresas de este nicho ya presentes en el país, Gareis agregó:  "Somos los únicos globales, estamos en todo el mundo y, al ser miembro, la empresa que es local se conecta a una red internacional. La idea es darle herramientas al que está empezando un negocio para que pueda potenciarlo y, para quien ya lo tiene totalmente maduro, que pueda hacerlo todavía más grande. Hay muchos beneficios por ser miembro. La idea es que pertenecer a Wework sea como una filosofía de vida".

Previo a la inauguración, los espacios estaban prácticamente todos alquilados, lo que muestra el potencial latente que existe en el país para el desarrollo de este negocio. Las primeras dos etapas -que comprenden los pisos 11 a 24- ya están abiertas, en julio se habilitará desde el séptimo piso hacia arriba y en agosto los niveles restantes. Una de las primeras firmas en sumarse a esta propuesta fue Almundo.com que tomó tres pisos completos (300 puestos) para ocupar durante los próximos tres años.

En cuanto a sus planes de expansión, afirmaron que "son bastante agresivos" y que quieren "empezar a tener diferentes edificios en varios barrios". Si bien el ejecutivo se mostró reacio a brindar detalles porque no le gusta hablar "de cosas que aún no están cerradas", comentó: "Estamos viendo muchas locaciones en Capital y Gran Buenos Aires. La zona de Vicente López es atractiva y el Interior también. Iremos donde veamos que hay una necesidad de espacio y que podamos suplirla mientras que, donde no haya demanda, la crearemos. Esto le sirve a todos".

LIDERAZGO NACIONAL

Sin duda, otro de los players referentes del mercado local es HIT Cowork, con sus tres locaciones: Soho (Palermo), para empresas que están iniciándose; Pampa, en Belgrano, enfocada en compañías en crecimiento; y Tecno, en Parque Patricios, para las grandes firmas de tecnología. En total, cuentan con 20.000 m2 de espacio y agrupan a 2.500 cotrabajadores.

"Hacemos espacios a medida. Las empresas confían en nosotros sus planes de expansión con un servicio llave en mano y personalizado a cada necesidad. Plug and play, empresas y profesionales vienen con sus computadoras y se ponen a trabajar. Ellos se ocupan de su negocio y del resto, nosotros", definió Uri Iskin, CEO y cofundador de esta compañía.

Por estos días HIT se encuentra en plena construcción y diseño de cinco nuevas sedes: tres en el Gran Buenos Aires -Zona Norte, Oeste y Sur-, una en Parque Patricios, junto a su edificio tecnológico, y otra en un nuevo piso de su sucursal Microcentro. "Nuestro objetivo es acercar cada vez más el coworking a los hogares de la mano de nuestro concepto de oficinas satélite, que le permite a las grandes empresas descentralizarse y acercarse a la casa de los empleados, disminuyendo el commuting y sus costos asociados", expresó el director ejecutivo.

Sobre si se percibe una tendencia de las empresas a adoptar el coworking, Iskin aseguró: "Definitivamente creo que la hay, no sólo porque las nuevas generaciones trabajan mucho mejor en un formato horizontal y compartido sino también porque ayuda a mejorar los costos. Hoy por hoy las empresas aplican mucho el home office y un espacio horizontal hecho a medida les permite combinar ambas modalidades, duplicando así la capacidad del espacio. La categoría de coworking seguirá creciendo, dando lugar a consolidaciones de competidores y nuevos formatos de segmentación por distintos tipos de actividad".

Ante la falta de financiación para el desarrollo de nuevas oficinas durante los últimos años, la oferta corporativa en ciudad de Buenos Aires y alrededores está por debajo de la demanda, lo que recalienta los precios del mercado. El elevado nivel de ocupación en los principales corredores hace prever años de bonanza para el sector. "El mercado actual es incipiente en coworking. Tanto en esa materia como en oficinas A+, la vacancia es baja por falta de oferta así que hay mucho crecimiento por delante. Nuestro principal diferencial es la calidad del espacio y el valor de la comunidad", concluyó el empresario.

EMPRENDER

Entre las impulsoras independientes en este negocio está Sercles, la empresa de Silvana Calvo. Este espacio de coworking abrió en abril de 2015, en el microcentro porteño, para conjugar su necesidad de realizar una inversión inmobiliaria y de contar con un espacio de trabajo propio, fuera de su hogar.

Así fue que compró un piso de 250 m2 donde lleva invertidos más de u$s 500.000 para instalar 11 puestos públicos y 7 oficinas privadas (con capacidad de dos a ocho personas) en el quinto piso del edificio El Ateneo, en Florida 336. Si bien también alquila a coworkers solo bajo modalidad mensual, admitió que -según la persona y el proyecto del que se trate-, "ahora es más flexible porque hay que adaptarse a las necesidades de cada uno".

La emprendedora explicó que le resultó muy complejo el desarrollo de este negocio porque cuando comenzó "no se conocía el concepto de coworking y costó mucho comunicar de qué se trataba pero que, a partir de varios eventos organizados por el Gobierno porteño y de la llegada de Wework al país, la gente lo conoce más".

Sobre las perspectivas de penetración de este modelo de negocio, Calvo afirmó que "el coworking es la forma en que se seguirá trabajando para que las empresas eviten costos fijos. No se necesita tener oficina propia. El coworking no es una moda". Además, acotó, que " funciona en todos los contextos porque -en épocas de crisis- hay ocupación igual por las empresas que se achican". No obstante, advirtió a otros emprendedores que "el negocio demanda mucho tiempo e inversión y se complica porque los costos aumentaron mucho y no se puede trasladar todo al precio entonces la rentabilidad que queda es muy baja. Yo empecé desde cero y costó mucho, tuve que ir aprendiendo pero, si el inversor ya está en el rubro, le irá muy bien".



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